COSTALEROROCIOQueridos Hermanos Costaleros del Rocío:
Ayer, vivístéis uno de los Lunes Santos más grandisos de vuestra historia. Fuisteis los primero en poner la Cruz de Guía en Campana desafiando para ello la lluvia y repartiendo el rocio de redención para una Sevilla que deseaba de ver a vuestra Reina con todo el explendor que ayer lucio por sus calles y sus barrios.
Y a mí, me hicísteis el mejor regalo posible que se le puede dar a un humilde músico y compositor cofrade, el que una de sus obras suene en el corazón cofrade de la ciudad Hispalense. Parece que la Virgen guiaba ayer mis pasos. Por razones de trabajo y de compromisosn mi hermandad del Gran Poder de Los Palacios, no pude estar para veros, pero ella quiso que llegara a casa y pusiera la televisión justo en el instante el que comenzaba a sonar ROCIO DE SANTIAGO. Un tremendo escalfio recorrió todo mi cuerpo y una sonrisa nerviosa se asomó a mi boca sin posibilidad alguna de mediar palabra. Solo miraba la pantalla viendo el arte con el que llevabais a la Madre de Dios a los sones de la música que compuse para ella. Gracias por regalarme un momento inolvidable ya por siempre.
Ahora, solo deseo poder estrenar la marcha en su casa, la Iglesia de Santiago, y a sus plantas. Entonces el sueño será completo.
Desde ya, y aunque por mi altura no pueda ir jamás bajo sus trabajaderas, teneis un nuevo hermano costalero.
Gracias de nuevo por cumplir un sueño.
Fernando Jesús Romero Triguero.
Autor de ROCIO DE SANTIAGO.
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